Infancia y adolescencia
Marcel perdió a su madre a los cuatro años de edad, lo que le dejó un profundo sentimiento de pérdida. Fue educado en un ambiente de cariño, aunque sofocante, por su abuela y tía, convirtiéndose esta última en su madrastra.
Su padre, Henri Marcel, era diplomático y consejero de Estado.
A los siete años Gabriel escribió su primera obra literaria y en general tuvo buenos resultados en la escuela primaria. Estudió secundaria en el Lycée Carnot de París donde aprendió a tocar el piano. Algunas obras compuestas por él fueron luego escritas por su esposa que se dedicaba a la música.
A los siete años Gabriel escribió su primera obra literaria y en general tuvo buenos resultados en la escuela primaria. Estudió secundaria en el Lycée Carnot de París donde aprendió a tocar el piano. Algunas obras compuestas por él fueron luego escritas por su esposa que se dedicaba a la música.
Estudios universitarios
Estudió cuatro años de filosofía en la Sorbona. Los maestros que más influyeron en su preparación fueron V. Delbos para la historia de la filosofía y Lévy-Bruhl con quien preparó su tesis, con este trabajo entró en contacto con el idealismo alemán especialmente con Fichte y Hegel aunque desde una postura crítica. Conoció a Xavier Léon que lo invitó a la Société Française de Philosophie y a colaborar en la Revue de Métaphysique et de Morale donde publicó su primer ensayo. Tras terminar la carrera de filosofía, Marcel ejerció de profesor en diversos liceos. Al mismo tiempo se dedicó a la crítica literaria, en especial de las obras de teatro. Sus trabajos fueron interrumpidos por la Primera Guerra Mundial donde, a causa de su incapacidad militar, fue destinado en la Cruz Roja con la tarea de encontrar militares desaparecidos.
En 1919 se casó con Jacqueline Boegner, el matrimonio fue estéril por lo que decidieron adoptar a un niño. De este período datan la mayoría de las obras dramáticas de Marcel.
En 1929 Marcel se convierte al catolicismo. En 1933 adquirió un apartamento que le sirvió de residencia hasta su muerte y donde se reunía con un grupo escogido de pensadores católicos con el fin de elaborar una filosofía espiritualista cristiana.
Durante este período sus obras filosóficas se alternan y se influencian mutuamente con sus obras dramáticas.
Durante este período sus obras filosóficas se alternan y se influencian mutuamente con sus obras dramáticas.
En 1946, Sartre publicó su ensayo "El existencialismo es un humanismo", en el que afirmaba que Marcel era un «existencialista cristiano» cosa que éste rechazó pero que le sirvió para ser conocido fuera de Francia. Con motivo de esta disputa, Marcel definió su filosofía como «neo-socrática», expresión que usó innumerables veces durante las conferencias que dio por Europa desde 1949 a 1951.
Muerte
Su producción literaria y dramática prosiguió a buen ritmo en medio de las charlas que daba por las universidades europeas y de la creciente ceguera, hasta que falleció a la edad de 84 años.
Muerte
Su producción literaria y dramática prosiguió a buen ritmo en medio de las charlas que daba por las universidades europeas y de la creciente ceguera, hasta que falleció a la edad de 84 años.
