lunes, 28 de junio de 2010

Gabriel Marcel o la conjunción de la razón y el amor

A lo largo de toda su obra e, inseparablemente, de toda su vida, Gabriel Marcel justificó la fecundidad de su tesis central sobre la fidelidad y la reciptividad creadoras. Fue a través de su ejercicio como se erigió en un verdadero pensador y un pensador original, realizando, en suma, la vocación que sugería su primer sueño de niño: "ser un día explorador", Y sin duda que lo fue: el explorador a un tiempo tan atrevido como prudente, del espíritu encarnado en el hombre. Pero esta singular vocación filosófica no dejó de conjugarse con aquellas no menos exigentes de dramaturgo y de músico, con el objetivojamás abandonado de abarcar lo máximo posible la realidad viva, con el fin de compartirla sin reservas, con los hombres de su tiempo.
Gabriel Marcel estuvo muy pronto en posesión de su propio instrumento filosófico: el método de la "reflexión segunda" o "intuición reflexiva", que nació en su Journal métaphysique, cuya publicación data de 1927, pero que contiene notas muy anteriores. Este método, que es esencialmente análisis del testimonio y cuestionamiento del testigo, ha sido definido por el propio Marcel como " la alternancia de un tipo de prospección y de reflexión que analiza y critica lo que, gracias a esta prospección inicial, ha sido dado". Con ella intenta escapar a todos los dogmatismos y a todos los fanatismos, tanto de los del sujeto como de los del objeto. Un método semejante excluye las síntesis demasiado fáciles y las comodidades del sistema, en aras de una tensión constantemente mantenida entre todos los elementos reagrupados por el pensamiento - tensión que se expresa en la marcha sinuosa - y en ocasiones vacilante del filósofo ocupado en explorar...http://www.accessmylibrary.com/article-1G1-140490193/gabriel-marcel-o-la.html